Desde antes de nacer, la alimentación es parte vital de nuestra sobrevivencia y aún así muy pocos somos realmente conscientes de lo que introducimos a nuestro cuerpo.
¿Por qué la palabra conscientes? Porque el nivel de importancia que involucra la alimentación amerita saber más allá de conocer si algo es fruta, verdura o comida chatarra. En especial con los problemas de contaminación que sufrimos actualmente.
Hoy en día es raro que comamos comida real, en la mayoría de los supermercados nos venden productos empaquetados que parecen comida, mas no lo son. Si le preguntas a tus abuelos qué comían cuando eran chicos, la respuesta es que comían huevos del rancho del vecino, carne del carnicero de la esquina y verduras del mercado: sin marca, sin etiqueta, sin empaque. Si hoy le preguntas a un niño de donde viene su comida, te va a contestar que del súper y seguramente si le preguntas cuál es su comida favorita te contestará: “Huevito Kinder” o “Lucky Charms”, pero verdaderamente, de lo que lees en la etiqueta de ese empaque, ¿qué es comida? ¿qué es natural?
De igual manera, en la educación alimenticia desde primaria te enseñan que para tener una comida completa necesita haber carne (proteína animal), granos, verduras y grasas sanas en tu plato, pero ¿es verdad esto? ¿qué hay con todos los veganos saludables que hay en el mundo?
Son tantas las teorías de la alimentación que no puedo decir que conozco realmente cuál es la correcta, o siquiera si hay una que sea correcta. Lo que sí te puedo decir, es que por salud nuestra y la de nuestro entorno, es necesario ser conscientes de dónde provienen nuestros alimentos.
¿Sabías qué la producción de carne genera más gases efecto invernadero que todos los medios de transporte juntos? O ¿qué el ganado es el primer consumidor mundial así como el culpable de la degradación ambiental actual?
La contaminación actualmente es un tema alarmante en todos los sentidos, que se manifiesta de gran manera en nuestra salud debido a la alimentación y, muchas veces, justifican la baja calidad de los alimentos con la necesidad de alimentar a la población mundial, pero en realidad el problema no es la sobrepoblación, es nuestra manera de alimentarnos.
Porque, si te pregunto: de dónde viene el aceite de palma que tiene un chocolate de Nestlé o unos Doritos, no me vas a responder que de la deforestación de Malasia. De la misma manera que no sabemos que el 91% de la deforestación del Amazonas en Brasil es para poner ganado y exportar carne debido a la creciente demanda internacional.
Por eso te pregunto ¿eres consciente de dónde viene lo que está en tu plato?
Puedes estar pensando, ¿yo qué tengo que ver con la selva amazónica o el aceite de palma en Malasia? La respuesta es todo, a partir de tus decisiones del día a día puedes aumentar o disminuir la demanda de estos alimentos, igual que de la mía y todas las personas en el mundo.
Por esta razón, te estoy invitando a llevar una alimentación consciente, a preguntarle al carnicero de dónde viene la carne que estás comprando, si es importada, en dónde está el rancho que la crió. Si compras comida empaquetada, revisa las etiquetas, evita los conservadores, los alimentos con jarabe de alta fructosa, saturados de aceite vegetal y saborizantes artificiales. No busques marca, busca calidad. No busques publicidad, busca natural.
Apoya a los mercados locales y pequeños agricultores, para así evitar los monocultivos llenos de transgénicos, pesticidas y fertilizantes artificiales. Ayúdate y ayuda a tu comunidad, al medio ambiente y a la naturaleza con una sencilla pregunta…
¿De dónde viene lo que voy a comer?
ENGLISH:
Since before birth, food is a vital part of our survival and yet very few are really conscious of what we introduce to our body.
Why the word conscious? Because the level of importance that involves food implies knowing beyond if something is fruit, vegetables or junk food. Especially with the pollution problems we face today.
Nowadays it is rare that we eat real food, in most supermarkets we sell packaged products that look like food, but they are not. If you ask your grandparents what they ate when they were boys, the answer is they ate eggs from the neighbor’s ranch, meat from the butcher on the corner and vegetables from the market: unbranded, unlabeled, unpacked. If today you ask a child where his food comes from, he will answer that from the supermarket and surely if you ask him what his favorite food will answer you: «Kinder Surprise» or «Lucky Charms», but really, what you read on the label of that packaging, what is food? What is natural?
Similarly, in elementary education you are taught that to have a complete meal you need to have meat (animal protein), grains, vegetables and healthy fats on your plate, but is this true? What about all the healthy vegans in the world?
There are so many food theories that I can not say that I really know which one is right, or even if there is one that is correct. What I can tell you is that for our health and our environment, it is necessary to be aware of where our food comes from.
Did you know that meat production generates more greenhouse gases than all modes of transport put together? Or that cattle are the world’s first consumer as well as the cause of current environmental degradation?
Contamination is currently an alarming issue in all senses, which manifests itself in a great way in our health due to food and, often, justify the low quality of food with the need to feed the world population, but in reality the problem is not overpopulation, it’s our way of feeding ourselves.
Because, if I ask you: Where does the palm oil that has a Nestlé chocolate or Doritos come from, you’re not going to answer “from the deforestation in Malaysia”. Just as we don’t know that 91% of the deforestation of the Amazon in Brazil is to put livestock and export meat due to growing international demand.
That’s why I’m asking you, are you aware of where it comes from what’s on your plate?
You may be thinking, what do I have to do with the Amazon rainforest or palm oil in Malaysia? The answer is everything, from your decisions of the day to day you can increase or decrease the demand of these foods, just like mine and all the people in the world.
For this reason, I am inviting you to take a conscious diet, to ask the butcher where the meat you are buying comes from, if it’s imported, where the ranch that raised it. If you buy packaged food, check the labels, avoid the preservatives, foods with high fructose syrup, saturated vegetable oil and artificial flavorings. Don’t look for brand, look for quality. Don’t look for advertising, look for natural.
Support local markets and small farmers, to avoid monocultures full of transgenics, pesticides and artificial fertilizers. Help yourself, your community, the environment and nature with a simple question …
What I’m going to eat… Where does it come from?